15/11/2012 9:17 am [Publicar un comentario] |
Vivo en una ciudad pequeña, ayer miles de ciudadanos colapsaban la avenida
principal, motivos sobraban y no os voy a aburrir enumerándolos. Como aquí
nos conocemos casi todos, pude comprobar como además de estudiantes , parados y gente de vestimenta informal ( lo que algunos llaman perroflautas), esta vez hasta los más serios y
apacibles ciudadanos: comerciantes, autónomos, médicos, profesores de universidad y funcionarios
de alto nivel también estaban. No quiero resultar ingenuo y creer que
saliendo a la calle vamos a conseguir que el gobierno rectifique su empeño en desmantelar el estado del
bienestar, pero también advierto de la ingenuidad que supone pensar que
porque el ABC ni
Ya cada vez más
gente está sufriendo las consecuencias de aplicar la política del
embudo ( cubrir los de abajo las pérdidas de los de arriba); pero estoy convencido
de que cuando la gente se mueve más allá de la indignación de bar , se
consiguen al menos dos cosas:
Una, demostrar a los que gobiernan que la
paciencia ciudadana tiene límites y que estamos acercándonos al umbral que
separa la indignación de la acción física( Hubo una toma breve y pacífica de la principal sucursal de
Bankia, que debería tomarse como un aviso serio)
Y otra no menos importante: transmitir entre los propios ciudadanos un
sentimiento de cohesión y fuerza que nos permitan seguir adelante, también
con una labor didáctica, explicando en la calle, en el trabajo, en cualquier
lugar y ocasión las causas reales de lo que ellos llaman crisis y que en
realidad es una gran estafa.
Finalmente recordar que este saqueo organizado de los bienes
comunes está adecuadamente revestido de argumentos cínicos, voceados machaconamente por los medios aludidos y por sus hordas de tertulianos , que de paso
invitan a quien los escuchan a caer en una resignada aceptación que se parece
mucho al miedo paralizante ; hay quien lo cree y acepta, hay quien no lo cree
pero le conviene aceptarlo , pero también hay ciudadanos que nos rebelamos y que vamos a pelear por nuestro futuro.
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