lunes, 25 de julio de 2011

Estar en la luna.

El día 21 de julio de 1969, de madrugada, observo la televisión . escondido desde la escalera que comunica las habitaciones de los niños con el salón. Allí mi familia al completo, con tios y abuela, no quitan ojo a un vetusto televisor a blanco y negro en el que se vislumbran unas imágenes borrosas que logramos identificar gracias a la inconfundible voz del corresponsal Jesús Hermida. A las 02:56 hora de Greenwich el módulo Eagle aluniza y de él desciende el comandante Neil Argmstrong, quien parece flotar sobre la superficie polvorienta de nuestro satélite como un buzo sobre el lecho marino.

Este es una de las primeras vivencias que hoy , 41 años después , soy capaz de recordar. Es cierto que los recuerdos tan remotos suelen transformarse, por lo que muchas veces lo que queda es el recuerdo de un recuerdo, sea como sea aún me emociona haberlo vivido y lo considero el mayor hito en la historia del desarrollo tecnológico la humanidad- no voy a valorar el mucho o poco beneficio que las gentes hayan obtenido por ello- Será por esta implicación personal que me cuesta creer que haya tantas personas que dudan de que aquello sucediera cuando no dan por sentado que fue un absoluto montaje; también me asombra la indiferencia al respecto que muestran otras. Lo cierto es que casi todas ellas desconocen los detalles históricos reales: nombres de los astronautas, de la expedición, fecha del acontecimiento, por no hablar de los detalles técnicos de la misión, sin embargo están perfectamente al tanto de los detalles del supuesto montaje cinematográfico, que según ellos , los norteamericanos nos hicieron creer. No voy a perder el tiempo detallando las variadas teorías conspirativas sobre el supuesto fraude lunar , pues a poco que se indague seriamente en cualquiera de ellas , todas las pretendidas pruebas caen por su peso.

Otro motivo para reivindicar la realidad de este hecho histórico es que soy absolutamente partidario de dudar de todo. Las noticias que constantemente recibimos, si no están manipuladas, al menos están escogidas, con lo que se crea una corriente de opinión favorable a los intereses de ciertos grupos de poder, tenemos el reciente e intolerable caso del magnate Murdoch, quien tenía a los políticos y mandatarios británicos comiéndole de la mano, por no emplear otra expresión más grosera; pero por eso mismo hay que ser muy racional y objetivo cuando se denuncian conspiraciones, pues es muy fácil negar todo por sistema pero muy difícil después tener credibilidad cuando se denuncia una manipulación real.

Por último , el motivo de la pequeña encuesta que realicé sobre la certeza o falsedad de la llegada a la luna entre personas de mi entorno y que ha sido el origen de esta entrada de blog, me ha servido para para prevenirme sobre la percepción que los demás tienen de la realidad, pues no pocas veces cometemos el error -yo el primero- de creer que las personas con las que habitualmente nos relacionamos percibimos el mundo y sus relaciones de manera parecida cuando no unívoca . Es cierto que en la diversidad de pareceres y en la confrontación de estos es dónde se define una sociedad libre y tolerante , pero previamente es indispensable, utilizando la curiosidad, dotarse de una mínima cultura -también tecnológica- que nos permita enriquecer cualquier debate y aportar nuevos puntos de vista .